La criónica es la práctica o método que preserva humanos o animales, hasta que la resucitación sea posible en el futuro. La esperanza de poder resucitarlos solo se fundamenta con el avance de la medicina y la tecnología en un tiempo no muy lejano, esperando a una nanotecnología o nanomedicina que permitirá la regeneración a nivel molecular de los órganos y tejidos dañados, esperando una resurrección inmediata de la persona.
Uno de los objetivos principales de la criónica es que la memoria, la personalidad y la identidad se encuentren almacenadas en estructuras químicas cerebrales. Se sabe que la actividad cerebral puede detenerse y después reactivarse bajo determinadas circunstancias.
El paciente criopreservado más famoso es Ted Williams, la popular leyenda urbana, es criopresevado esperando en él una pronta resurrección en el futuro.
La criónica se basa en ver la muerte como un proceso que puede detenerse en los minutos o quizás horas.
Existen una serie de opiniones teológicas, en relación a que la criónica se pueda ver como un entierro o como medicina propiamente tal. Si este método es visto como un entierro, se tiene que tener en claro que la resucitación posterior es considerada imposible por la religión cristiana, ya que se dice que solo Dios puede resucitar a los muertos.
No obstante algunos pastores y reverendos han hablado en relación al tema defendiéndola, e incluso algunos curas han bendecidos la capsula criónica de algún paciente que será preservado.
Sin lugar a duda la criónica es todo un avance tecnológico en relación a la biología que pretende explicar de manera científica la resurrección. Sin importar ideologías y creencias la tecnología avanza a pasos agigantados en relación al tema Resurrección.